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lunes, 5 de enero de 2015

200.000 asesinados: los jinetes franquistas del Apocalipsis, a galope desbocado. La Memoria, al servicio de la Justicia: Día 5

Al menos, un mínimo de 197.000 republicanos, disidentes y antifranquistas inermes fueron represaliados y asesinados entre 1936 y 1952 por los pelotones armados del Ejército fascista de Franco y por los escuadrones de la muerte falangistas, requetés y cedistas representantes de las más rancias y macabras esencias del nacionalcatolicismo monárquico y del más conservador capitalismo. Los asesinos franquistas masacraron al pueblo español, aniquilaron su espíritu, apresaron sus cuerpos en campos de exterminio, acabaron con su Libertad y con sus vidas...

Salvo las decenas de miles de restos cadavéricos convertidos después de décadas de abandono en esqueletos sin nombre que han ido hallando familiares y memorialistas tras años de búsqueda, los culpables apenas dejaron rastro de sus crímenes, excepto detalladas u ocasionales anotaciones en registros
documentales militares y civiles, muchos de los cuales fueron desde los años 70 y durante todos los 80 destruídos u ocultados sin remedio. Hoy, merced al meritorio trabajo de investigadores, archivistas, historiadores, concienzudos familiares y comprometidos izquierdistas, --siempre obtaculizados por los Ministerios de Defensa, Justicia y autoridades militares de turno-- disponemos de detallados listados con las filiaciones de más de cien mil asesinados. Sólo en las relaciones de www.todoslosnombres.org podemos buscar y encontrar la identificación de más de 80.000 asesinados y represaliados andaluces. Similares listados y relaciones con decenas de miles de anotaciones podemos encontrar en Madrid, Burgos, Valladolid, Valencia, Euzkadi, Galicia, etc. Sin embargo, los testimonios gráficos de los asesinatos son escasos y no suelen encontrarse en legajos y carpetas. Abundan las imágenes de prisioneros en los campos de batalla y las fotografías de encarcelados en terribles penales, pero no la del horroso instante de la degollina.

Traigo aquí en entrega pautada algunas instantáneas de origen incierto. Algunas posiblemente reales, otras, recreaciones impostadas, algunas, quizás ajenas a nuestro país y nuestra matanza. ¡Qué mas da que se me discuta el origen! La fotografía podría ser discutible; el dolor y el terror de los nuestros eran reales, tangibles y milenarios. Disparados a quemarropa en la boca o en la nuca, ametrallados en plazas de toros, arrojados en vida a simas profundas, fusilados por pelotones homicidas, 200.000 republicanos fueron muertos por los jinetes franquistas del apocalipsis, todavía presentes algunos de ellos entre nosotros. Estas imágenes, reales o imaginadas, rememoran esos terribles momentos. Ésta es la primera: