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miércoles, 21 de enero de 2015

FELICIDADES, amigo Macarro, el de Ana Faucha, la madre de Valdenoceda: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 21

Pocas letras, ya contadas antes (ver para ello http://todoslosrostros.blogspot.com.es/search/label/Marcos%20Ana) para homenajear a Marcos Ana en su 95 aniversario personal. Marcos Ana, pseudónimo, alias o nombre de guerra o de poesía de Fernando Macarro Castillo (causa nº 120.967) fue detenido en 1939, al terminar la guerra civil. Marcos comenzó su particular via crucis penitenciario en los campos de concentración de "Los Almendros" y "Albatera". Pasó por las cárceles de Porlier y Conde de Toreno, por los penales de Ocaña y Alcalá de Henares y por la Prisión Central de Burgos. Destacó entre sus compañeros al hacerse responsable de pasquines que circulaban por las prisiones en los que se alentaba a resistir a los presos, por lo que fue condenado por dos veces a muerte en Consejo de Guerra. Su carácter combativo le llevó a ser objeto de dura represión durante su tiempo en prisión, con frecuentes palizas y reiterados periodos de incomunicación. En 1943 fue nuevamente procesado en la cárcel por haber participado en la confección del periódico manuscrito “Juventud” destinado a conmemorar la fiesta del 1º de mayo en la prisión. Por este "delito", que en casos semejantes se sancionaba con dos meses en celdas de castigo, a Marcos Ana se le torturó bárbaramente y se le impuso otra pena añadida de otros 30 años de reclusión mayor. Su afición a la lectura se inició con antiguos libros que circulaban por el penal de obras autorizadas de clásicos españoles y otras --prohibidas-- de autores como Alberti, Miguel Hernández y Lorca, gracias a una tupida red de libros clandestinos que se estableció en la prisión cuando se relajaron las medidas contra los presos a partir de 1950.


A mediados de esa década fue cuando comenzó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana los cuales, escondidos, consiguieron salir al exterior y conocerse por muchos opositores al régimen. Su poesía desgarradora animaba a sus compañeros de fatigas y penalidades a combatir la dictadura con la palabra y hacía un llamamiento a la liberación de los presos políticos. En agosto de 1961, y junto con otros presos, Marcos Ana se encargó de la redacción y confección de un ejemplar único con un sólo número de la publicación clandestina conocida como "Muro", que fue manuscrita a escondidas y con grave peligro para sus variados autores reclusos de la durísima Prisión de Burgos en agosto de 1961. La obra de Marcos llegó hasta muchos intelectuales españoles exiliados, europeos y americanos y la organización Amnistía Internacional, los cuales presionaron para su liberación, concedida condicionalmente en noviembre de 1961. Tras casi 23 años de penurias penitenciarias, Marcos Ana aprovechó para escapar y exiliarse a Francia, donde residió hasta su regreso tras la muerte del dictador asesino.

Desde aquel lejano año del 61, en cientos de conferencias, entrevistas, recitales de poesía, actos políticos y presentaciones de su obra “Decidme cómo es un árbol. Memoria de la prisión y la vida”, Marcos, Fernando Macarro sigue dando testimonio de fe en el Ser Humano y en la Solidaridad y denunciando la opresión que ejerce el vil Poder sobre la inocente Justicia: La única venganza a la que yo aspiro es a ver triunfantes los nobles ideales de libertad y justicia social, por los que hemos luchado y por los que millares de demócratas españoles perdieron la libertad o su vida.”.

Marcos Ana, Fernando Macarro Castillo, ha cumplido
ahora 95 años, 95 aniversarios de una vida dando testimonio y ofreciendo ejemplo de coherencia y humanidad. FELICIDADES, amigo y compañero Macarro, el de Ana Faucha, la madre de Valdenoceda



















Discurso titulado "Traigo una voz encarcelada" de Marcos Ana, pronunciado por él mismo en el acto público en homenaje a los presos antifranquistas celebrado en el Mahatma Gandhi Hall de Londres el 3 de junio de 1962 y editado en Buenos Aires por la Organización para la Amnistía General en España y Portugal. Las sentidas y comprometidas palabras del propio Marcos Ana desglosan su vida, narran sus penurias y las de sus más allegados, entre ellas la de Ana Faucha, madre mártir en Valdenoceda, detallan las penalidades de sus compañeros y animan a la lucha por la Libertad y contra la represión fascista.